La música ha acompañado a los adolescentes a lo largo del tiempo, reflejando sus emociones, sus luchas y su manera de ver el mundo. Cada generación ha encontrado en distintos géneros una forma de identidad.
En la década de los 60-70, el Rock fue símbolo de rebeldía y cambio social . Más adelante, el pop y el hip-hop dominaron entre los jóvenes, marcando nuevas formas de expresión. Pero el cambio más radical llegó con la era digital. En los años 2000, el acceso a internet permitió a los adolescentes descubrir música sin depender de la radio o los discos físicos.

Hoy, plataformas como Spotify, Youtube, o Tik Tok no solo permiten escuchar música, sino también decidir que se vuelve popular. Las redes sociales han convertido a los adolescentes en protagonistas de las tendencias musicales.
La música actual ya no se define por un género, sino por su capacidad de conectar con las emociones. Aunque cambien los formatos y plataformas, la música sigue siendo una forma fundamental en la que los jóvenes construyen su identidad y comparten su forma de ver el mundo.